ENTENDIENDO A FERNANDO BOTERO
Por: Mario Alberto González
Es mucho lo que se puede escribir de Fernando Botero, pero en este artículo quiero resaltar algunos aspectos importantes de su obra artística para lograr entender la razón por la cual Fernando Botero, es reconocido a nivel internacional como el mayor representante de la pintura y la escultura que tiene y que ha tenido Colombia. Para muchos, Fernando Botero se limita a pintar gordos y podría interpretarse como una especie de burla, pero en realidad detrás de estos “gorditos”, hay un trabajo muy interesante y bien valorado por la crítica artística en el mundo. Me considero un gran admirador de Fernando Botero que a diferencia de la gran mayoría de los pintores, tiene un espíritu emprendedor y es todo un empresario del arte (como buen paisa). A muchos les da dificultad dar ese paso y se quedan encerrados en sus estudios haciendo grandes creaciones, pero no buscan la manera de mostrarle su trabajo al mundo, a sabiendas que hoy por hoy con el fenómeno de la globalización que estamos viviendo y las herramientas tecnológicas con las que contamos y es más sencillo llegarle a un número importante de personas.
Recuerdo mis primeros años en la universidad, cuando no conocía nada de Botero. Quizás tenía la misma percepción que tienen muchas personas en Colombia frente al trabajo del artista y no me había puesto a analizar con profundidad su trabajo. Particularmente, soy ingeniero de la Universidad Pontificia Bolivariana y recuerdo que vimos en la carrera, una materia que se llamaba la plástica en la cultura. En esta materia, tuve la oportunidad de estudiar la historia del arte (pintura, escultura y arquitectura). Parte del trabajo de esta asignatura, era visitar diferentes museos en Medellín. Una de las visitas, fue precisamente al Museo de Antioquia, que en aquella época estaba situado en otro sitio diferente y aún Botero no había hecho la donación de sus obras a la ciudad. Me quede impactado cuando conocí en vivo y en directo la obra Exvoto. Pude apreciar en Botero una pintura fresca, agradable, con un excelente manejo del color, la forma, la geometría y el equilibrio. Además la creatividad del artista era sorprendente. En la obra se puede apreciar que la escena gira alrededor del premio que iba a recibir en ese entonces, y está la imagen de Fernando Botero arrodillado ante la virgen, suplicándole que le ayude para poder ganar el concurso (Esta escena creo que todos la vivimos a diario con diferentes cosas que nos pasan, independiente de la religión o creencia que tengamos).
Por: Mario Alberto González
Es mucho lo que se puede escribir de Fernando Botero, pero en este artículo quiero resaltar algunos aspectos importantes de su obra artística para lograr entender la razón por la cual Fernando Botero, es reconocido a nivel internacional como el mayor representante de la pintura y la escultura que tiene y que ha tenido Colombia. Para muchos, Fernando Botero se limita a pintar gordos y podría interpretarse como una especie de burla, pero en realidad detrás de estos “gorditos”, hay un trabajo muy interesante y bien valorado por la crítica artística en el mundo. Me considero un gran admirador de Fernando Botero que a diferencia de la gran mayoría de los pintores, tiene un espíritu emprendedor y es todo un empresario del arte (como buen paisa). A muchos les da dificultad dar ese paso y se quedan encerrados en sus estudios haciendo grandes creaciones, pero no buscan la manera de mostrarle su trabajo al mundo, a sabiendas que hoy por hoy con el fenómeno de la globalización que estamos viviendo y las herramientas tecnológicas con las que contamos y es más sencillo llegarle a un número importante de personas.
Recuerdo mis primeros años en la universidad, cuando no conocía nada de Botero. Quizás tenía la misma percepción que tienen muchas personas en Colombia frente al trabajo del artista y no me había puesto a analizar con profundidad su trabajo. Particularmente, soy ingeniero de la Universidad Pontificia Bolivariana y recuerdo que vimos en la carrera, una materia que se llamaba la plástica en la cultura. En esta materia, tuve la oportunidad de estudiar la historia del arte (pintura, escultura y arquitectura). Parte del trabajo de esta asignatura, era visitar diferentes museos en Medellín. Una de las visitas, fue precisamente al Museo de Antioquia, que en aquella época estaba situado en otro sitio diferente y aún Botero no había hecho la donación de sus obras a la ciudad. Me quede impactado cuando conocí en vivo y en directo la obra Exvoto. Pude apreciar en Botero una pintura fresca, agradable, con un excelente manejo del color, la forma, la geometría y el equilibrio. Además la creatividad del artista era sorprendente. En la obra se puede apreciar que la escena gira alrededor del premio que iba a recibir en ese entonces, y está la imagen de Fernando Botero arrodillado ante la virgen, suplicándole que le ayude para poder ganar el concurso (Esta escena creo que todos la vivimos a diario con diferentes cosas que nos pasan, independiente de la religión o creencia que tengamos).
Ex-voto. 1970
Óleo sobre tela
"La virgen ocupa todo el espacio, para decirnos lo importante que es su presencia en nuestra sociedad"
*Donado por el autor en 1974.
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Posteriormente, tuve la oportunidad de visitar el museo en la sede actual (antiguo Palacio Municipal) y me quede anonadado con todo su trabajo. Podía apreciar y admirar a Botero como uno de los grandes artistas de todos los tiempos. Su obra era monumental y extraordinaria. Me sentía orgulloso de que un colombiano ( al fin y al cabo no tenemos mucho recorrido artístico, como si lo tienen los europeos a través de la historia), pudiese tener una obra artística que estuviera impactando la propia historia de la pintura.
A partir de ese momento, comencé a investigar aún más sobre la vida de Fernando Botero (inclusive compré el libro del artista en el museo de Antioquia). Al revisar en detalle su biografía, me di cuenta que era un estudioso del arte universal y que antes de empezar a desarrollar su propio estilo, se dio a la tarea de visitar los principales museos europeos y de estudiar la obra de diferentes artistas. Este es un buen comienzo para cualquier artista que se quiera proyectar y ser exitoso. Las bases artísticas que nos pueden dar los grandes maestros de la humanidad no se igualan con la más alta exaltación de creatividad que tenga un artista. Primero hay que conocer lo que ya está inventado y luego con estos elementos se pueden desarrollar obras aún superiores. Este es el claro ejemplo de Botero. El recorrido que hizo en Europa fue el siguiente:
En 1952, llega a Barcelona; allí se decepciona del arte moderno que conocía a través de reproducciones de libros. Decide entonces viajar a Madrid y se matricula en la Academia de Bellas Artes de San Fernando (donde estudió algunos años Salvador Dalí) y alterna las clases con continuas visitas al museo del prado, donde estudia con profundidad la obra de Goya y Velásquez. Posteriormente se traslada a París donde visita el museo de Louvre y donde se siente cada vez más afín con el arte antiguo y más lejano de las vanguardias artísticas modernas. A finales del verano de 1953 visita a Florencia y se matricula en la academia de San Marco, para aprender la técnica de la pintura al fresco, iniciando una estancia de más de dos años, que según la opinión del artista, fueron decisivos en su formación artística. En los museos de de Roma, Florencia, Venecia, Siena y Ravena, se familiariza con el arte del Renacimiento italiano y realiza un estudio profundo del arte italiano del siglo XIV, eje de su pintura. Lee a Berenson y aprende sobre los valores táctiles y la representación de los volúmenes, hace un recorrido para conocer los frescos más importantes de Italia y se aplica al estudio de sus técnicas. Se apropia de la plasticidad total que le transmiten Piero Della Francesca – “ Por la plenitud de la forma, la organización del espacio y la armonía cromática. Es el mayor exponente del color local en la pintura”-, Paolo Uccello- “Por su pasión por la geometría, que significa la serenidad de la pintura”- Tiziano-, “ En su pintura se encuentra un color que es como una expresión de la naturaleza”-, Ingres, Giotto y Masaccio – “Estudiando estos artistas, yo adquirí gradualmente mayor claridad sobre lo que el espacio y el volumen quería decirme. Se me acentuó el deseo por lo enorme por lo fuerte y lo monumental”
A partir de ese momento, comencé a investigar aún más sobre la vida de Fernando Botero (inclusive compré el libro del artista en el museo de Antioquia). Al revisar en detalle su biografía, me di cuenta que era un estudioso del arte universal y que antes de empezar a desarrollar su propio estilo, se dio a la tarea de visitar los principales museos europeos y de estudiar la obra de diferentes artistas. Este es un buen comienzo para cualquier artista que se quiera proyectar y ser exitoso. Las bases artísticas que nos pueden dar los grandes maestros de la humanidad no se igualan con la más alta exaltación de creatividad que tenga un artista. Primero hay que conocer lo que ya está inventado y luego con estos elementos se pueden desarrollar obras aún superiores. Este es el claro ejemplo de Botero. El recorrido que hizo en Europa fue el siguiente:
En 1952, llega a Barcelona; allí se decepciona del arte moderno que conocía a través de reproducciones de libros. Decide entonces viajar a Madrid y se matricula en la Academia de Bellas Artes de San Fernando (donde estudió algunos años Salvador Dalí) y alterna las clases con continuas visitas al museo del prado, donde estudia con profundidad la obra de Goya y Velásquez. Posteriormente se traslada a París donde visita el museo de Louvre y donde se siente cada vez más afín con el arte antiguo y más lejano de las vanguardias artísticas modernas. A finales del verano de 1953 visita a Florencia y se matricula en la academia de San Marco, para aprender la técnica de la pintura al fresco, iniciando una estancia de más de dos años, que según la opinión del artista, fueron decisivos en su formación artística. En los museos de de Roma, Florencia, Venecia, Siena y Ravena, se familiariza con el arte del Renacimiento italiano y realiza un estudio profundo del arte italiano del siglo XIV, eje de su pintura. Lee a Berenson y aprende sobre los valores táctiles y la representación de los volúmenes, hace un recorrido para conocer los frescos más importantes de Italia y se aplica al estudio de sus técnicas. Se apropia de la plasticidad total que le transmiten Piero Della Francesca – “ Por la plenitud de la forma, la organización del espacio y la armonía cromática. Es el mayor exponente del color local en la pintura”-, Paolo Uccello- “Por su pasión por la geometría, que significa la serenidad de la pintura”- Tiziano-, “ En su pintura se encuentra un color que es como una expresión de la naturaleza”-, Ingres, Giotto y Masaccio – “Estudiando estos artistas, yo adquirí gradualmente mayor claridad sobre lo que el espacio y el volumen quería decirme. Se me acentuó el deseo por lo enorme por lo fuerte y lo monumental”
Federico de Montefeltro ------------------------------------------------- Battista Esforza
Óleo sobre tela --------------------------------------''''''''''''''''''--------------- Óleo sobre tela
En 1956, el artista se radica en México, donde se interesa por el arte precolombino y el trabajo de los muralistas mexicanos, que le atraen por parecerle que allí estaba la esencia de lo latinoamericano. Es allí donde al pintar la obra “Naturaleza muerta con Mandolina”, descubre la posibilidad de aumentar el volumen, y lo que desembocó en el encuentro de la proporción “boteriana”, que luego desarrolla en toda su obra.
Naturaleza muerta con mandolina
Óleo sobre tela
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Fernando Botero comenzó a ser reconocido en el mundo, hacia el final de los años setenta, cuando hizo varias exposiciones en Alemania. Desde entonces, su nombre ocupa los primeros lugares del arte internacional.
De acuerdo con lo anterior, se puedo concluir que Fernando Botero es un artista enmarcado en lo clásico, que se preocupa por conservar un buen manejo de la técnica, una figura académica, una composición coherente con profundidad y perspectiva y un excelente manejo del color. Su obra es la exaltación más grande del arte clásico italiano. Botero tuvo la capacidad de entender a estos artistas y llegar a la máxima expresión en el manejo del volumen y el espacio, nunca antes logrado por artista alguno.
Sus cuadros dan la impresión de que olieran, de que supieran y esto es clave para entender también porqué la aceptación del artista en el mundo. De otro lado, contradiciendo al sentir popular, en la obra de Fernando Botero, no hay "gordos", hay seres esféricos, expandidos y eso es un problema estilístico, no temático. Si se mira con detalle, sus personajes no son blandos, son macizos. Lo que se observa también en sus esculturas, en las cuales el artista desarrolla hasta las últimas consecuencias el carácter esférico de la pintura y eso hace que no exista una diferencia sustancial entre unas y otras, que siempre se ven marcadas por la sensualidad y por lo sensorial. Y también por la ternura que producen. Y de ahí que sus esculturas provoquen ser tocadas. Botero es un artista que maneja el equilibrio como ninguno, capaz de ubicar grandes figuras en espacios muy limitados. Sus toros, por ejemplo, de más de 600 kilos, se acomodan perfectamente en el lienzo, no están ahogados, incómodos, dejan ver un gran conocimiento por parte del artista de la geometría.
Los hitos de su obra
Fernando Botero nació el 19 de abril de 1932 en Medellín y es considerado uno de los principales representantes del arte latinoamericano. Desde sus inicios, en los años 50, encontró un estilo propio, por el cual es reconocido mundialmente.
En la escultura, incursionó a comienzos de los años 60 y enfatizó en ella a partir de 1976. Su tema reiterativo es la creación de formas sensuales, el volumen y la perfección técnica.
En los Campos Elíseos, de París (1992); en Park Avenue, de Nueva York (1993); en el Paseo de Recoletos, de Madrid (1994) en la Plaza Della Signoria de Florencia (1999), y en otros sitios históricos del mundo, se han exhibido sus esculturas monumentales.
En el 2005 realizó una serie de pinturas que mostraban las torturas infligidas por soldados estadounidenses a los prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib, de Irak, como protesta contra la injusticia.
Bibliografía
Donación Botero. Villegas Editores. Primera edición, octubre de 2000
Webgrafía
http://www.museodeantioquia.org/paginas/botero.html
http://www.imageandart.com/tutoriales/biografias/botero.htm
http://www.elcolombiano.com/proyectos/ciudadbotero/promotores/semillaesperanza-2e.htm
http://www.elcolombiano.com/proyectos/ciudadbotero/gentehabla/testimonios.htm
http://vidadefernandobotero.blogspot.com/
Sitio donde puedes apreciar las obras de Botero
http://www.abel-art.com/botero/index_9.htm
De acuerdo con lo anterior, se puedo concluir que Fernando Botero es un artista enmarcado en lo clásico, que se preocupa por conservar un buen manejo de la técnica, una figura académica, una composición coherente con profundidad y perspectiva y un excelente manejo del color. Su obra es la exaltación más grande del arte clásico italiano. Botero tuvo la capacidad de entender a estos artistas y llegar a la máxima expresión en el manejo del volumen y el espacio, nunca antes logrado por artista alguno.
Sus cuadros dan la impresión de que olieran, de que supieran y esto es clave para entender también porqué la aceptación del artista en el mundo. De otro lado, contradiciendo al sentir popular, en la obra de Fernando Botero, no hay "gordos", hay seres esféricos, expandidos y eso es un problema estilístico, no temático. Si se mira con detalle, sus personajes no son blandos, son macizos. Lo que se observa también en sus esculturas, en las cuales el artista desarrolla hasta las últimas consecuencias el carácter esférico de la pintura y eso hace que no exista una diferencia sustancial entre unas y otras, que siempre se ven marcadas por la sensualidad y por lo sensorial. Y también por la ternura que producen. Y de ahí que sus esculturas provoquen ser tocadas. Botero es un artista que maneja el equilibrio como ninguno, capaz de ubicar grandes figuras en espacios muy limitados. Sus toros, por ejemplo, de más de 600 kilos, se acomodan perfectamente en el lienzo, no están ahogados, incómodos, dejan ver un gran conocimiento por parte del artista de la geometría.
Los hitos de su obra
Fernando Botero nació el 19 de abril de 1932 en Medellín y es considerado uno de los principales representantes del arte latinoamericano. Desde sus inicios, en los años 50, encontró un estilo propio, por el cual es reconocido mundialmente.
En la escultura, incursionó a comienzos de los años 60 y enfatizó en ella a partir de 1976. Su tema reiterativo es la creación de formas sensuales, el volumen y la perfección técnica.
En los Campos Elíseos, de París (1992); en Park Avenue, de Nueva York (1993); en el Paseo de Recoletos, de Madrid (1994) en la Plaza Della Signoria de Florencia (1999), y en otros sitios históricos del mundo, se han exhibido sus esculturas monumentales.
En el 2005 realizó una serie de pinturas que mostraban las torturas infligidas por soldados estadounidenses a los prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib, de Irak, como protesta contra la injusticia.
Bibliografía
Donación Botero. Villegas Editores. Primera edición, octubre de 2000
Webgrafía
http://www.museodeantioquia.org/paginas/botero.html
http://www.imageandart.com/tutoriales/biografias/botero.htm
http://www.elcolombiano.com/proyectos/ciudadbotero/promotores/semillaesperanza-2e.htm
http://www.elcolombiano.com/proyectos/ciudadbotero/gentehabla/testimonios.htm
http://vidadefernandobotero.blogspot.com/
Sitio donde puedes apreciar las obras de Botero
http://www.abel-art.com/botero/index_9.htm